- Según el anteproyecto de ley que fue filtrado hace unos meses, los ingenieros con competencias en edificación pueden proyectar y dirigir obras de viviendas o edificios públicos como hospitales, museos, iglesias o escuelas.
- El decano del Colegio de Arquitectos de Madrid cree que si la Ley sale adelante en los términos que se conocen hasta ahora "acabaría con un tejido de extraordinario éxito que es el de las pequeñas y medianas empresas a través de las que los arquitectos desarrollan su labor"
La Ley de Servicios Profesionales es una de las grandes peticiones de Bruselas al Gobierno español. En los últimos días se han disparado los rumores sobre la posibilidad de que sea aprobada este mismo mes de junio, lo que ha provocado la reacción inmediata de los arquitectos, que van a echar el resto para disuadir a Luis de Guindos de que debe echar para atrás algunas de las medidas que les afectan directamente.
Y muy especialmente la que -según el anteproyecto de ley que fue filtrado hace unos meses- dice que los ingenieros con competencias en edificación pueden proyectar y dirigir obras de viviendas o edificios públicos como hospitales, museos, iglesias o escuelas. Unas competencias que por ley hasta ahora están reservadas en exclusiva para los arquitectos.
"La respuesta que nos da Economía es que debemos esperar al texto definitivo" asegura a Teinteresa.es el decano del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), José Antonio Granero, que cree que si la Ley sale adelante en los términos que se conocen hasta ahora "acabaría con un tejido de extraordinario éxito que es el de las pequeñas y medianas empresas a través de las que los arquitectos desarrollan su labor".
O lo que es lo mismo, Granero cree que la ley puede provocar que "cuatro consultoras de ingeniería de las grandes constructoras lo hagan todo a partir de ahora. Los grandes pueden hacer todos los servicios , repartiéndose el mercado y rompiendo la competencia". En definitiva, el decano del COAM teme que los arquitectos queden como "una figura residual para obras singulares".
El sector espera en máximos de incertidumbre el texto definitivo de la Ley y ha pasado a la acción para meter toda la presión posible a Economía. Ha convocado para este jueves un acto en el que pedirá la colaboración de algunos de los primeros espadas del mundo del arte y de la cultura para, junto a algunos de los grandes arquitectos españoles, posar para una fotografía en apoyo de la profesión que será realizada por el premio Nacional de Fotografía José Manuel Ballester y que servirá como punta de lanza para la las reivindicaciones de la profesión.
"Lo que está en juego es un modelo de éxito internacional", asegura Granero, que explica cómo la directiva europeo se reserva una regulación específica para dos actividades muy concretas que son la sanidad y la arquitectura por sus singularidades y que recuerda que el sector ya está muy sobredimensionado en España. Hay más de 70.000 arquitectos españoles, de los que muchos ya trabajan en el extranjero.
Granero recuerda también que los honorarios en España ya están muy ajustados. "Un arquitecto cobra por sus servicios menos del 1% del precio de venta de una vivienda, frente al 3% del comercial que las vende, por ejemplo. En España, los salarios de los arquitectos son impresentables". Una situación que podría ser límite si, definitivamente, la Ley equipara las atribuciones de ingenieros y arquitectos.
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